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REGLA N.º 1 PARA EL CUIDADO DE LA PIEL SENSIBLE NO USAR INGREDIENTES AGRESIVOS
Si tienes la piel sensible, debes buscar productos adecuados. Algunos pueden contener aditivos no deseados no aptos para la piel sensible, causantes de las sensaciones de picor, tirantez y enrojecimiento. Dado que la piel sensible es especialmente vulnerable a los agresores externos, menos es más a la hora de cuidarla. Utiliza productos naturales libres de parabenos.
Asegúrate también de que no contienen sustancias que pueden provocar reacciones en este tipo de piel, como:
En el caso del maquillaje y las lacas de uñas, comprueba siempre que se hayan formulado con la mínima cantidad de níquel, ya que se trata de otro agente sensibilizador, aunque solo lo hayan reconocido algunas marcas.
REGLA N.º 2 PARA EL CUIDADO DE LA PIEL SENSIBLE, PROTEGER DEL CLIMA AL PRODUCTO
Incluso las fórmulas más puras pueden desencadenar sensibilidad en la piel si no se protegen correctamente. ¿Por qué? Por un fenómeno llamado retrocontaminación, donde las partículas del aire, potenciales irritantes o alérgenos, entran en el recipiente una vez abierto. Estos irritantes y alérgenos microscópicos pueden contaminar los productos de cuidado de la piel que con tanto esmero has elegido. De modo que, si tienes la piel sensible, te recomendamos que elijas mantengas el producto bien cerrado, en un lugar seco y temperatura media.
REGLA N.º 3 PARA EL CUIDADO DE LA PIEL SENSIBLE, REALIZAR UNA PRUEBA
La única forma de estar 100% seguros de la tolerancia a un producto es probándolo. Aplícate una pequeña cantidad en el antebrazo y cubre la zona con una tirita resistente al agua. Comprueba si al cabo de 48 horas se ha producido alguna reacción; si el área no se ha enrojecido, puedes usar el producto en tu rostro sin preocuparte.
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